El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha aprobado el proyecto de Ley de Residuos y Suelos Contaminados. La futura ley tiene previsto actualizar los objetivos de reutilización y reciclaje de residuos, así como la prohibición y limitación de productos de un solo uso.
La nueva normativa pretende cumplir con los nuevos objetivos establecidos en las directrices europeas del Paquete de Economía Circular, así como con los objetivos derivados de la directiva de plásticos de un solo uso de la “Estrategia Europea para el plástico en una economía circular”.
Los objetivos que persigue la futura ley son:
Establecer medidas destinadas a proteger el medio ambiente y la salud humana, mediante la prevención y reducción de la generación de residuos y de sus impactos adversos en el medio ambiente, y mediante la reducción del impacto global del uso de los recursos y la mejora de su eficiencia.
Prevenir y reducir el impacto de determinados productos de plástico en el medio ambiente, en particular en el medio acuático y en la salud humana.
Siguiendo los objetivos planteados por la nueva Ley de Residuos y Suelos Contaminados, las principales novedades que aporta son:
La revisión de la responsabilidad ampliada del productor (RAP) en coherencia con la normativa europea, incluyendo una previsión para la aplicación de la normativa en los sectores textiles y plásticos agrarios.
Revisión del ámbito de aplicación y nuevo régimen sancionador.
El impulso de la economía circular promoviendo la reutilización de subproductos e introduciendo un nuevo impuesto sobre envases de plástico no reutilizables.
Establecimiento de nuevas obligaciones a nivel comunitario para la eliminación y/o reducción de los plásticos de un solo uso, así como otras medidas para la eliminación de plástico no compostable. También se contempla la prohibición del uso de cosméticos y detergentes que contengan microplásticos añadidos intencionadamente.
Incorporación de objetivos de preparación para la reutilización y reciclado comunitario de los residuos municipales, aportando índices de reducción hasta el 2035. La normativa plantea la revisión de las obligaciones de la producción y gestión de residuos, así como las específicas para algunos flujos de residuos como biorresiduos, aceites usados y residuos de construcción y demolición.
Medidas para la reducción del desperdicio alimentario, favoreciendo a la donación de alimentos y otros tipos de redistribución de alimentos, así como la prohibición de destrucción de excedentes no perecederos o medidas para la reducción del consumo de agua embotellada en envase de un solo uso.
Obligación por parte de las administraciones de adoptar instrumentos económicos de valorización.